Suplantación de Identidad. ¿Qué es y cómo podemos evitarlo?
Bienvenidos nuevamente otro día más a educación en la red. Como cada día, os vamos informando sobre los riesgos que podemos encontrar por la red, y cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos y a los que nos rodean para evitar esas posibles situaciones comprometidas que no queremos que nos pasen, pero que por desgracia a veces ocurren. Esta vez nos toca hablar de la Suplantación de Identidad, o lo que es lo mismo, hacerse pasar por otra persona. Si no lo hacemos en la vida real, tampoco se debe hacer en Internet.
Primero, la definición. A nivel general consiste en el uso de información personal para hacerse pasar por otra persona con el fin de obtener un beneficio propio. Normalmente este beneficio genera un perjuicio a la persona que sufre dicha suplantación de identidad. La suplantación de identidad en Internet en menores es un riesgo cada vez más frecuente y que tiene lugar en edades tempranas. Se produce cuando una persona malintencionada actúa en nombre del menor haciéndose pasar por él mediante la utilización de diversas técnicas.
Debemos marcar 2 diferencias importantes en este aspecto. Lo primero, la Suplantación de Identidad, que consiste en la apropiación de derechos y facultades propias de la persona suplantada (por ejemplo, acceder a la cuenta de una red social). Y por otro lado tenemos la Usurpación de la Identidad, que consiste en que una vez suplantada la identidad se empiece a interactuar como si realmente fuera propietario de esos derechos y facultades (por ejemplo, realizar comentarios o subir fotografías).
Y esto, ¿cómo se consigue? Pues existen varias formas, pero ésta es la más habitual. Se llama Phishing. Es el término informático utilizado para denominar el fraude por suplantación de identidad, una técnica de ingeniería social. El término phishing procede de la palabra inglesa fishing (pesca) haciendo alusión a “picar el anzuelo”.
Uno de los servicios más utilizados por los ciberdelincuentes para suplantar la identidad son las redes sociales. Para ello suelen emplear una serie de excusas para engañar al usuario tales como enviar un mensaje privado en el que se comunique que se han detectado conexiones extrañas en la cuenta por lo que se recomienda que se cambien las claves. En otras ocasiones crean sitios web falsos para que cuando se introduzca el correo electrónico y la contraseña se grabe y conserve esta información. También encontramos casos de phishing a menores a través de juegos online. No existe una sóla forma de que se den estos casos. Hay muchas, y debemos estar siempre atentos para no caer en ellas. Personalmente recomiendo seguir el Twitter a la @policia )Policia Nacional), ya que están muy pendientes de estos temas y nos dan buena información al respecto.
Supongamos que nos ha pasado. ¿Qué debemos hacer? Pues el procedimiento habitual, solo que en este caso no podemos negarnos al acoso:
- Directamente debemos recopilar toda la información que podamos y proceder a su denuncia en el correspondiente servicio (contactando con los responsables y/o administradores de las redes sociales, sitios web, servidores de correo, etc). La mayoría de ellos ponen a nuestra disposición mecanismos de denuncia ante este tipo de situaciones.
- El segundo paso, si tras denunciar los hechos al servicio el problema no se soluciona, lo mejor sería interponer una denuncia ante las propias las autoridades, como son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Vale, y ¿cómo narices consigo evitarlo? Pues siendo conscientes del riesgo y tratando de minimizarlo, como por ejemplo bloquear las ventanas emergentes, usal filtros antispam en el ordenador, no usando la misma contraseña para todo, no registrarse en webs desconocidas, descargar los programas de las páginas oficiales para evitar infectar el sistema, tener precauciones al utilizar ordenadores públicos y conectarse a redes WiFi públicas, teniendo instalado y habilitado un cortafuegos, así como personalizar la configuración de red de nuestro equipo…
Todo esto puede que suene muy complicado pero realmente no lo es, ya que muchas funciones actualmente están automatizadas. Lo que sí debemos hacer es ser conscientes de lo que estamos haciendo y tener cuidado de verlo antes de caer. Siempre va a sonar muy tentador el “gane dinero rápidamente y sin reisgo”, pero os aseguro que el que lo va a ganar no somos nosotros.
Volvemos al punto de partida. No tengáis miedo. Pero sí respeto, y pensar sencillamente… ¿Qué haría yo en la vida real? ¿Voy escribiendo mis contraseñas en cada farola que veo? ¿Voy dejando migas de pan para volver a casa? ¿Realmente tengo que entrar en todas las tiendas de una calle para llegar al final de la misma? Suena raro, sí… Pero es verdad.
Os dejamos un video que os explica de primera mano lo que puede llegar a ser la suplantación de identidad. Usad Internet con cabeza. Hata la próxima
Tened cuidado y navegad seguros por la red. Salu2.
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¡Muy buen artículo JoseR! Tenemos que tener mucho cuidado con estas cosas, que a veces, no prestamos toda la atención necesaria… El “sentido común” debería ser primordial para estos ataques! 🙂