El renting para particulares: ¿vale la pena?
En los últimos años, el renting se ha convertido en una opción cada vez más popular entre particulares a la hora de adquirir un vehículo. Este año ya supone un 25,95% de las compras de vehículos para particulares, según fuentes del sector. Pero, ¿realmente vale la pena? En este artículo, analizaremos en detalle esta alternativa de financiamiento y evaluaremos si es una opción viable para el público en general. Seguro que te va a sorprender.
¿Qué es el renting para particulares?
El renting es un modelo de financiamiento de vehículos que se ha utilizado durante décadas en el ámbito empresarial. En esencia, consiste en un contrato de alquiler a largo plazo en el que el arrendatario paga una cuota mensual para utilizar el vehículo durante un período determinado. A diferencia del leasing, en el que el cliente adquiere el vehículo al final del contrato, en el renting el vehículo siempre es propiedad de la compañía de renting.
En los últimos años, el renting se ha abierto camino en el mercado de particulares, ofreciendo a los consumidores una forma de tener un coche nuevo sin necesidad de hacer una inversión inicial importante. En el caso del renting para particulares, la cuota mensual incluye no solo el uso del vehículo, sino también otros servicios como mantenimiento, seguro y asistencia en carretera.
¿Cuáles son las ventajas del renting para particulares?
- Cuota mensual fija: La principal ventaja del renting para particulares es que la cuota mensual es fija y predecible. Esto significa que el arrendatario sabe exactamente cuánto pagará cada mes y puede planificar su presupuesto con anticipación. Es por eso que no hay que preocuparse por los”Imprevistos” del vehículo.
- Mantenimiento incluido: El mantenimiento y las reparaciones están incluidos en el contrato de renting, por lo que el arrendatario no tiene que preocuparse por los gastos imprevistos de reparación.
- Vehículo nuevo: Los vehículos de renting suelen ser nuevos o casi nuevos, lo que significa que el arrendatario tiene acceso a un vehículo moderno con las últimas características y tecnologías de seguridad.
- Sin compromiso a largo plazo: El contrato de renting suele ser por uno o dos años, por lo que el arrendatario no está comprometido a largo plazo con el vehículo. Al final del contrato, puede optar por renovar el contrato para obtener un vehículo nuevo o simplemente devolver el vehículo.
¿Cuáles son las desventajas del renting para particulares?
- Costo total: Aunque la cuota mensual puede ser atractiva, el costo total del contrato de renting puede ser más alto que el costo de compra del vehículo. Además, si el arrendatario decide rescindir el contrato antes de tiempo, puede incurrir en cargos adicionales.
- Restricciones en el uso: El contrato de renting puede incluir restricciones en el uso del vehículo, como un límite de kilómetros anuales. Si el arrendatario supera ese límite, puede incurrir en cargos adicionales. Pero realmente los costes en muchas ocasiones del kilómetro extra no tiene un coste elevado y suele ser una ventaja.
- Sin propiedad del vehículo: El arrendatario no es el propietario del vehículo, lo que significa que no puede hacer modificaciones al vehículo ni venderlo si lo desea. Este es el inconveniente más grande que puede haber. Si se quiere el vehículo en propiedad mejor ni mirar renting.
- Costo de la devolución: Al final del contrato, el arrendatario debe devolver el vehículo al arrendador. Si el vehículo no está en las mismas condiciones que cuando se recibió, el arrendatario puede incurrir en cargos adicionales por daños o desgaste. Es decir, en este aspecto funciona como un alquiler convencional.
¿Vale la pena para particulares?
Pues es una pregunta difícil, la respuesta a esta pregunta depende de las necesidades y prioridades de cada persona. El renting puede ser una buena opción para aquellos que prefieren tener un vehículo nuevo y no quieren preocuparse por los costos de mantenimiento y reparación. Sin embargo, aquellos que valoran la propiedad del vehículo no deben mirar esta opción. La propiedad está muy asociada en determinados países, pero dentro de Europa hay bastantes diferencias y en países como Estados Unidos están acostumbrados a financiar muchas más cosas que el coche. De hecho, ya está empezando a llegar el renting tecnológico del cual, hablaremos en otro momento. Personalmente, depende de varios factores. Si al comprar el vehículo se va a financiar igualmente, optaría por renting. Porque a fin de cuentas, incluso prefiero tener más liquidez tres años de contrato y comprarlo más adelante que activar una financiación de 7 años, por ejemplo, y tener que escoger un vehículo supeditado a esa cuota mensual de una financiación tan larga.
Es más, si la situación financiera en tres años es mala, siempre se puede finalizar el contrato del renting. Si estás con una financiación convencional, es posible que el coche fuera embargado si no se puede hacer frente a la cuota.
¿Para quién no es válido este sistema?
En nuestra opinión, si el usuario va a hacer muy pocos kilómetros, o quiere un coche en particular. Y por supuesto, quien sí o sí, quiere el coche en propiedad, como hemos comentado anteriormente. Es por eso que debemos valorar el renting como es. Los modelos de coche ya vienen configurados, los colores quizá tampoco se puedan elegir y además si miramos ofertas será en vehículos determinados.
Puedes echar un vistazo en webs como Amovens o Swipcar pero hay muchísimas opciones y además cada día más marcas están entrando en el juego del renting para particulares.
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