De imaginativo cuando menos, es el acuerdo que la semana pasada se hacía público para poder mejorar la conectividad en las zonas rurales del Reino Unido. Fruto de este convenio, las iglesias de la isla, tendrán una doble función, la de conectar con la trascendencia y también con la red.
Actualmente, más de 100 iglesias se utilizan para impulsar la señal de banda ancha en áreas locales, después de que las diócesis de Norwich y Chelmsford fueran pioneras en los esquemas para alentar el uso de sus edificios para ayudar a mejorar el alcance de internet de alta velocidad.
Solo un puñado actualmente contiene equipos que aumentan la señal móvil. El acuerdo tiene como objetivo llevar a más de los 16,000 edificios de la iglesia que albergan equipos móviles y de banda ancha, que actualmente incluyen transmisores inalámbricos, antenas y antenas parabólicas.
El anuncio del acuerdo se produce después de que Ofcom, el regulador de comunicaciones, reveló que el 82% de las propiedades en áreas rurales no reciben una señal 4G de todas las principales redes telefónicas, en comparación con el 36% en áreas urbanas, lo que significa que muchas personas no pueden acceder a Internet de alta velocidad en sus teléfonos móviles.
Según comentaba Matthew Hancock, Secretario de Estado en materia de comunicaciones: “este acuerdo con la Iglesia de Inglaterra significará que incluso un edificio del siglo XV puede ayudar a hacer que Gran Bretaña se adecue al futuro mejorando la vida de las personas impulsando la conectividad en algunas de las áreas más difíciles de alcanzar”.
La finalidad parece buena, mejorar la conectividad en las zonas rurales, y es algo que podría tenerse en cuenta para extenderlo en nuestro país. Las zonas rurales, aquí, también están muy por detrás en la carrera por la velocidad y calidad del servicio de internet, sobre todo en la parte fija. Grandes inversiones necesarias para un volumen muy bajo de clientes, hacen que no sea tan rentable como extender la fibra en las grandes y medianas ciudades.