Las aplicaciones se están volviendo locas. Y lo digo a los cuatro vientos: ¿por qué son tan pesadas y ocupan tantísimo espacio? Esto no tiene ni pies ni cabeza, porque claro, si estuviéramos hablando de aplicaciones que son ofimática (con multitud de opciones, plantillas, recursos), o aplicaciones de edición que necesitan también multitud de recursos internos… lo entendería perfectamente, pero, o el calor me está abrumando y me estoy poniendo furioso, o las aplicaciones llevan últimamente un tiempo en que se están pasando, ¡y bastante! Solo he querido poner una muestra de 4 aplicaciones en la imagen de arriba. Empecemos con una de ellas, Shazam, y primero, me pregunto: ¿qué hace esta aplicación? Realmente una sola cosa, escuchar una canción y decirme cuál es, ¿sencillo, verdad? Entonces mi mente no entiende cómo puede haber una actualización “menor” que ocupa nada más y nada menos que 119 MB, me parece todo un despropósito por su parte, y un auténtico cachondeo para los que la tengamos en nuestro iPhone.
Vamos a la segunda, por ejemplo, Messenger, el chat de Facebook, ¿qué hace esta aplicación? Ahhh, claro, solo una cosa, me permite chatear o realizar una videollamada/conferencia con otras personas… pero viendo lo que pesa su última actualización, nada más y nada menos que 251 MB pareciera que nos trae de regalo, internamente, un jamón serrano de pata negra, y no cualquiera, el más caro de España. Continuamos con la tercera, Gmail, ¿qué hace esta? Pues… solo una cosa, enviar y recibir correos, a ver si estos de Google espabilan también porque se están pasando con sus 217 MB de su última actualización. Y ahora, he guardado el último puesto, nada más y nada menos que para la aplicación de Facebook, sí, esa aplicación, que quizá, trae perfumes para oler, ropa para probarte, productos para meter en tu frigorífico estos días calurosos de verano, porque vamos, ocupa su última actualización (que ya te digo que es menor también) la friolera cantidad de 369 MB.
Las aplicaciones se están volviendo locas. Es una realidad como un templo. Afortunadamente, decidí comprarme en su momento el iPhone 7 plus de 128 GB, pero aún así, me doy cuenta que se hace corto: ¡por favor, aplicaciones mundiales, ponerse las pilas con esto!