Los medios de comunicación tradicional tienen que reinventarse para no dejar de existir e interesar. Los clásicos de toda la vida también, o incluso más. Y es que la CNN compra Beme.
Os refresco la memoria. Hace más de un año, una de las múltiples redes sociales que surgían en este efímero mundo de las startups fue Beme.
La idea era que compartieses videos que no pudieses editar, y ni siquiera ver a través de tu dispositivo móvil. Una vez reproducidos, desaparecen, al estilo Snapchat. No existe un botón para grabar, ya que simplemente debemos acercar el móvil al cuerpo y tapar el sensor de proximidad. En ese instante un pitido indicará que la aplicación está grabando todo lo que está pasando enfrente de nosotros. En el momento en el que separas el móvil del pecho, para de grabar y se publica directamente. Así, sin más. Tus seguidores no podrán indicar me gusta, si no que aparecerá una fotografía de ellos con su imagen.
En definitiva, naturalidad y espontaneidad en estado puro.
La idea fue del conocido Youtuber Casey Neistat, que fundó la compañía junto con Matt Hackett (ex vicepresidente de ingeniería en Tumblr).
Aunque el impacto era bajo, a salvo de las descargas del momento inicial por la novedad de la app, parece ser que ahora la CNN compra Beme, de forma que tanto Casey, como todo el equipo de la empresa, pasan a formar parte de un nuevo proyecto con el que la cadena de noticias estadounidense pretende crear un nuevo proyecto que les acerque a las nuevas generaciones y no les haga perder el tren de la modernidad. El nuevo proyecto, eso sí, no verá la luz hasta iniciado 2017.
En definitiva, una nueva adquisición de empresa más trabajadores al más puro estilo de los chicos de Apple, pero en el complicado mundo del periodismo.
Interesante