Malas noticias para los accionistas de Apple. Por vez primera en más de una década, los beneficios de Apple sufrieron una caída en el primer trimestre del año y las ventas de los teléfonos iPhone se redujeron también. Los californianos revelaron que sus ganancias bajaron un 22,5% en los tres meses que finalizaron el 26 de marzo, su segundo trimestre fiscal, hasta los 10.520 millones de dólares, lo que es equivalente a 1,90 dólares por acción frente a los 13.570 millones de dólares del mismo periodo del año inmediatamente anterior.
Los ingresos, por otro lado, se contrajeron un 13%, hasta los 50.550 millones de dólares. Tanto unos como otros se han situado debajo de las expectativas que todos los expertos esperaban
Los resultados financieros reflejan, también, una caída del 8,6% en los beneficios del primer semestre fiscal de Apple, hasta los 28.877 millones de dólares.
Mientras tanto, las ventas de los teléfonos iPhone, el producto que siempre ha sacado las castañas del fuego a los de Cupertino han llegado a los 51,2 millones de unidades, por debajo de los 61,2 millones del mismo periodo en el año 2015. Aún así, aún había analistas que esperaban un dato aún inferior en este punto.
Las ventas de los iPhone representaron un 65% de los ingresos totales de Apple en este trimestre recién finalizado, algo que pone de manifiesto la enorme dependencia de la empresa de un solo producto. Obviamente, el resultado en la bolsa no se ha dejado esperar, con importantes caídas en la cotización.
En todo caso, no debe haber motivo de preocupación entre los dirigentes de Apple. No se puede crecer siempre y hasta el infinito, con lo que aunque nunca es plato de buen gusto dar resultados inferiores a los anteriores, la situación que presentan continúa siendo envidiable y muchos firmarían para siempre unos resultados como esos, e incluso aún mucho peores para sus propias empresas.